sábado, 3 de mayo de 2014

TRES DE MAYO


Recuerdo en mí infancia oír repetir que Mayo es el mes de las flores, después, en el colegio de monjas, Mayo era el mes de la Virgen y le llevábamos flores, todo tenía un olor muy especial, el sol brillaba más, empezaba a hacer calor, era un mes entero de fiesta.
Sigue habiendo muchas fiestas en Mayo, ahora no es para mí un mes especial, ninguno lo es porque me persigue una sensación de que tengo cosas por hacer y el tiempo transcurre sin que me ponga a ello ¿será que la vida se va gastando sin que pueda hacer nada por evitarlo? Parece un pregunta superflua. Me gustaría saber si otros-as tienen esta misma sensación, si saben que aún tienen tareas pendientes, si sienten ese nudo en la boca del estómago porque dudan de que algún día puedan realizar su propósito.
Mañana quiero levantarme e ir a oler las flores dandome el permiso de ser, como ellas, producto efímero que, sin embargo, permanece eterno.